“La gente mayor es la más divertida del mundo. Ha vivido

mucho, dice lo que le da la gana y le importa un bledo la

 opinión ajena. Nunca te vas a aburrir aquí -le dijo a Irina-. Nuestros

residentes son personas educadas y si tienen buena salud

siguen aprendiendo y experimentando. En esta comunidad hay

estímulo y se puede evitar el peor flagelo de la vejez:

la soledad”.

ISABEL ALLENDE

El amante japonés

Por Félix Orlando Giraldo Giraldo

Ilustración: Víctor Cuartas

El envejecimiento humano se inicia aproximadamente a los 34 años. Entre los 20 y 30 años se logra el máximo de plenitud que se llama máxima vitalidado estado de optimización biológica ¿Crees que el envejecimiento solo se nota con las canas, arrugas y lento caminar? En esta edad -34 años- se inicia la inmunosenescencia (disminución de la inmunidad), sarcopenia (pérdida de la masa muscular), osteopenia (pérdida de la masa ósea), lo que incrementa las posibilidades de enfermar y, en esta sociedad, de ser aislado en la mayoría de los aspectos sicosociales.

En nuestra consumista sociedad se teme al envejecimiento. Por ello, se practican cirugías estéticas para aparentar juventud (juventud: divino tesoro, como lo expresó el poeta de Nicaragua, Rubén Darío) y se promocionan diferentes alternativas alimenticias o cosméticas que “enlentecen” el absoluto paso del tiempo, más visible en la cara. Es el mercado, que todo lo toca tornándolo en ganancias económicas.

El envejecimiento es un proceso complejo de cambios biológicos y sicológicos de los humanos en interacción continua con la vida social, económica, cultural, ecológica, de las comunidades, durante el transcurso del tiempo.

La Organización Mundial de la Salud, WHO (por su sigla en inglés) nombró la década 2020-2030 como la del envejecimiento saludable. Pero diferentes grupos de investigación proponen mejor el término de longevidad saludable, que es “vivir años en este mundo”. Esto se contrapone a envejecimiento, sinónimo de decrepitud, soledad, rumbo a la tumba, estorbo familiar y social.

Estamos en un mundo de grandes transiciones sociales, económicas, cultuales, ecológicas y demográficas. La esperanza de vida se ha incrementado 20 años en los últimos 50 años, entendiéndose como el número de años que una persona puede vivir desde el nacimiento.

Otro concepto importante es la esperanza de vida saludable, definida por la OMS como el proceso para fomentar y mantener la habilidad funcional que permite el bienestar en la vejez (más de 80 años).

Además, es esencial el índice de envejecimiento (IE), como la relación entre las personas mayores de 60 años y jóvenes menores de 15 años. En Colombia, este índice, en el Viejo Caldas (Caldas, Quindío y Risaralda), por ejemplo, es cercano a 1, lo que significa que Colombia no es un país de jóvenes: por cada viejo hay un joven.

¿Qué pasa? Nosotros tenemos una carga genética que determina nuestra capacidad intrínsecay el estado de salud. Pero, además, existen los entornos sociales, económicos, nutricionales que nos brindan una capacidad funcional, que nos ayudan a vivir más años saludables, son los llamados cambios epigenéticos, que redundan en mejorar la capacidad funcional trayendo más independencia y autonomía, porque el fin de nuestros días no es ajustar años sino vivirlos con salud.

Un grupo de salud del Hospital del Alma Mater de Antioquia, HAMA, desde el año 2017 viene desarrollando el concepto de salud muy diferente al de la OMS de 1948: “La salud es el estado de completo bienestar físico, mental y social”. Elgrupo se basa en la redefinición de salud del médico colombiano, Dr. Alexander Jaddad, como:

Capacidad de las personas o las comunidades de adaptarse o para gestionar los desafíos físicos, mentales o sociales que se les presenten en la vida.

Desde ese año, el grupo hizo una clasificación del estado funcional de 5000 pacientes, de 1: conservado y sin comorbilidades y 4: pérdida y con comorbilidades, concluyendo que el ejercicio físico te preserva y te da la capacidad de enfrentar la enfermedad. Dicho estudio fue publicado por la Organización Panamericana de la Salud, OPS, en 2021. A los participantes se les practicó ejercicios como cambios en la velocidad de la marcha, apoyo monopodal (apoyo en un pie), sentadilla en noventa grados (apoyados en la pared),y se encontró una disminución de la presión arterial de 10 mm y mejoría de la ansiedad.

Con el cambio de velocidad en la marcha se aleja el camino para enfermar o ir a la tumba. Por estudios de Resonancia Magnética Nuclear se demostró que el ejercicio aumenta el volumen de zonas del cerebro como el hipocampo, que ayudan a mejorar la ansiedad y activan zonas donde somos más felices, por producción de Factor Neutrófico Derivado Cerebral, BDNF (en inglés). Un ejemplo de lo anterior, es el del Dr. Kenneth Cooper, quien desde 1960 practica y estudia los beneficios del ejercicio, desde Oklahoma. Actualmente tiene 92 años. Es el famoso test de Cooper que se hizo en décadas pasadas en colegios.

Para terminar, unas notas sobre una de las enfermedades neurodegenerativas que tememos todos nosotros y que se presenta principalmente después de los 65 años: la Enfermedad de Alzheimer. Esta es una demencia, llamada actualmente Trastorno Neurocognitivo Mayor.

Las demencias se caracterizan por una degeneración o muerte de las neuronas de la corteza cerebral, ocasionando pérdida de la memoria reciente, pérdida de la autonomía, parálisis motora, postración y muerte. Esta se produce por causa diferente a la demencia.

Las demencias pueden ser de origen secundario a traumas de cráneo, alcoholismo, daños en vasos sanguíneos (vasculares), que son un 15%. El resto, 85%, son las de tipo frontotemporal (15%) y un 70% de la catastrófica Enfermedad de Alzheimer. En Antioquia se tiene la llamada Enfermedad de Alhzeimer genética, descrita por el Dr. Francisco Lopera, director del Grupo de Neurociencias de Antioquia (GNA), en 25 familias de Antioquia, con más de 6000 afectados, conocida como la Mutación paisa.

Reflexión final:

            “Envejecer es retirarse gradualmente del mundo de las apariencias”

Wolfang von Goethe

1749-1832