Estudiantes eternos

Una discusión en la que se cuela el discurso maquillado de la privatización

Por Jhonny Estrada

Imagen tomada de andresboterobernal.com

Hace más o menos un mes el gobernador de Antioquia, Andrés Julián Rendón, puso al debate público una discusión en forma de denuncia, acerca de los “estudiantes eternos” de la U de A. El señor gobernador habría solicitado un informe estadístico y cuantitativo a la Universidad, en el que estaban detallados los semestres matriculados de cada estudiante y su respectiva carrera en curso. La solicitud del informe debió ser alentada por una inquietud que le martillaba la cabeza ya hace varios años, sobre el porqué la Universidad no toma medidas ante los estudiantes que se demoran más de 10 semestres en el curso de una carrera profesional. Malgastando, según él, un cupo que otros esperan para, juiciosamente, estudiar y “salir a trabajar”.

Sin embargo, al parecer se quedó perplejo, como quien no comprende nada, al percatarse que había estudiantes con más de 14 semestres matriculados, e incluso uno, con 39 semestres matriculados y, además, saltando de carrera en carrera sin graduarse de ninguna de ellas. Esto desató una gran preocupación en él, e inquirió entonces por cuáles son los estatutos institucionales que regulan estas cuestiones, pues teme que estudiantes asistan a la universidad a ejercer otras actividades distintas a las de estudiar. Por ejemplo: a hacer proselitismo a grupos al margen de la ley. Cuestión a la que dice, hay que ponerle la lupa y le va a respirar en el cuello.  

Esto último lo menciona en una entrevista con Caracol radio, donde, además, expone, como si de meros números se tratara, las cifras de estudiantes y semestres que dan cuenta del supuesto problema. Allí las expone así: 2100 estudiantes con más de 14 semestres matriculados. 621 con 14 semestres, 446 estudiantes con 15 semestres, y un largo etc. Donde figuran uno con 39 semestres, 5 con 27 y 13 estudiantes con 25 semestres matriculados.

El rector Jhon Jairo Arboleda ha respondido que sí, que, en la universidad de Antioquia, por ser pública, el 93% de sus estudiantes son de estrato 1, 2 y 3. Por lo cual, los estatutos permiten que haya estudiantes de tiempo completo y tiempo parcial. Esto último significa que un estudiante puede cursar como mínimo 8 créditos por semestre, lo que equivale a 2 o 3 materias. Por lo tanto, es normal que haya estudiantes con dicha cantidad de semestres, si para graduarse necesita cursar 200 créditos. Argumenta también, que la U pública debe atender a la realidad de sus cursantes, donde la mayoría es: o estudiante trabajador o trabajador estudiante.

Pero, aun así, al gobernador esas cifras no le sugieren las dificultades de estudiar en Colombia, solo piensa en la “subversión” que hace parte de la lucha de fuerzas, en la que se inscribe este país y que, además, amenaza su sistema de privilegios. Será, pues, que su sentido de la realidad está un poco averiado o más bien tiene bien claros sus fines. Pues preguntarse por qué 2.100 hacen estudiantes hacen más de 14 semestres en la Universidad de Antioquia es ignorar la condición económica de la mayoría de los colombianos y las adversidades que por ende surgen para terminar una carrera profesional. O mejor aún, trae consigo la jerga de la productividad, donde las universidades deben ser una fábrica de graduados.

 En este caso, cree Andrés Julián Rendón que la universidad debe ser un alegre paso hacia la ocupación de un empleo, y que cuanto antes mejor. Y pues claro, aun habiendo tanto desempleado, cree que todos esperan pasar a la universidad para, al graduarse, de manera rápida y efectiva, emplearse. ¿Será que el gobernador mira desde su burbuja y cree que, porque él está bien, todo está bien y los colombianos tenemos las cosas fáciles? Quién sabe, lo cierto es que su preocupación por el recurso económico que supone se pierde en estos estudiantes denota un raciocinio instrumental que intenta introducir mucho más estricta la lógica de productividad capitalista en la educación pública.

Los profesores han criticado que el gobernador, además de este tema, no haya mencionado nada acerca de la inversión en investigación, en inclusión o nuevos cupos académicos. Y es que la preocupación con la que intenta generalizar bajo una estigmatización política pasa por encima de las necesidades reales de la U y las condiciones particulares de los estudiantes, pues cada uno de ellos, más que una cifra, representa una historia. Como es el caso por ejemplo de Juan Esteban, estudiante de filosofía, oriundo de Caucasia que, viviendo allí tan alejado de la UdeA en Medellín, no puede asistir a clase muy horondo, sino que debe hacer maromas para cursar sus semestres y avanzar en su carrera. Él ha intentado avanzar de muchas formas, unas veces trata de tomar virtuales la mayoría de las materias. Otras veces, trabaja y ahorra dinero un semestre para venir a Medellín e intentar sobrevivir el semestre siguiente, y dedicarse más. Pero al final, el ahorro nunca es suficiente. Él nos ha dicho las siguientes palabras ante las condiciones de ser estudiante trabajador que, además, vive fuera de la ciudad: “La experiencia ha sido muy frustrante, porque nunca puedo dedicarle el tiempo que desearía a los cursos y a la carrera en general. Siento que vivo alcanzado y acosado en todo momento y no llego a disfrutar del todo de la experiencia de estudiar”.

Evidentemente, como esta situación hay una diversidad de otras que explican por qué hay muchos estudiantes con más de 14 semestres matriculados. Quizá pueden reflejar las causas también del problema de la deserción, pero ese, no es al que el gobernador le ha puesto la lupa.

Ahora bien, la UdeA, como publica, debe asumir el reto de facilitar a todos el acceso y permanecía en la educación superior. Y realmente no es un secreto que, en esta sociedad tan desigual, trabajar para subsistir y a la vez estudiar, para muchos parece una ecuación que supone un mejor porvenir. Graduarse de profesionales se convierte en un sueño con el que se supone se puede vivir mejor. Pero, en fin, las preocupaciones del gobernador sobre la efectividad de los recursos, y su aparente desconocimiento de las condiciones sociales de la mayoría de estudiantes, que no pueden solo estudiar, deja un amargo mensaje en el ambiente. El de Productividad = privatización, o más bien este ¡que estudien solo los que puedan $!

Deja un comentario